Paula Martín, nutricionista: "Evita tomar té o café con las comidas, ya que dificultan la absorción de hierro"
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Tomarse un café justo después de comer es un hábito muy extendido en España. Para muchos, es el empujón necesario para continuar con la jornada laboral o retomar tareas con energía. Sin embargo, esta costumbre, como advierte la farmacéutica y nutricionista Paula Martín Clares, no es tan beneficiosa si se considera su efecto sobre un mineral esencial para el correcto funcionamiento del organismo: el hierro.
Su déficit es una de las deficiencias más comunes, especialmente entre las mujeres. “¿Sabías que la falta de hierro puede estar detrás del cansancio, la falta de concentración o el bajo rendimiento físico?”, plantea la especialista.
Una mejor absorción de hierroEl hierro es clave en el transporte de oxígeno a través de la sangre y que una carencia sostenida puede derivar en anemia ferropénica, una afección común causada por una dieta pobre en hierro, pérdidas de sangre o una mala absorción.
Paula Martín Clares aconseja prestar atención a los alimentos y las combinaciones que hacemos en las comidas. "Evita tomar té o café con las comidas, ya que dificultan esa absorción", señala. Este efecto se debe a que ambas bebidas contienen compuestos que interfieren con la correcta asimilación del hierro, sobre todo si proviene de alimentos de origen vegetal.
Para mejorar la absorción, recomienda combinar productos vegetales ricos en hierro, como legumbres, tofu, espinacas, frutos secos o cereales integrales, con alimentos ricos en vitamina C como kiwis, naranjas o fresas. En cambio, sugiere evitar beber café o té justo en el momento de la comida, sobre todo si en el plato hay ingredientes ricos en hierro no hemo, que es el más difícil de absorber por el organismo.
Además del hierro, Paula Martín indica cómo mejorar la absorción del omega 3, un tipo de ácido graso esencial con beneficios demostrados para la salud cardiovascular y cerebral. Según indica, al tratarse de un nutriente liposoluble, “se absorbe mejor cuando se consume con grasas saludables”, como aguacate, aceite de oliva o frutos secos. Asimismo, la vitamina E ayuda a proteger estos ácidos grasos de la oxidación. Por ello, recomienda incluir en la dieta alimentos como almendras, espinacas o aceite de germen de trigo. También señala que “los omega 3 de pescado (como el salmón, sardinas o atún) son más biodisponibles y fáciles de absorber que los de origen vegetal”, como los procedentes de la linaza o la chía.
Martín Clares insiste en la importancia de no excederse con el consumo de alcohol y azúcar, ya que pueden interferir en el metabolismo de los omega 3. También recalca que “para que sea efectivo, la cantidad de omega 3 debe ser la adecuada” y aconseja consultar con un profesional para adaptar la dosis a cada caso particular.
El Confidencial